El agua es esencial para el buen funcionamiento del cuerpo. Mantenerse hidratado ayuda a regular la temperatura corporal, mantener la elasticidad de la piel, promover una buena digestión, transportar nutrientes y eliminar los desechos del cuerpo. Además, la hidratación adecuada también contribuye a mantener los niveles de energía, mejorar la concentración y el rendimiento físico. Se recomienda beber al menos 8 vasos de agua al día, pero las necesidades pueden variar según el nivel de actividad, el clima y otros factores individuales. Además del agua, también puedes obtener líquidos de otras fuentes como infusiones, jugos naturales y alimentos con alto contenido de agua, como frutas y verduras.